En pleno corazón del antiguo barrio artesano de San Felipe Neri , en la plazuela del Santísimo Cristo de la Sangre, se alza una casona del siglo XVIII que ha pasado de ser residencia familiar a convertirse en uno de los espacios culturales más singulares de la capital malagueña. Este inmueble, cuidadosamente restaurado, alberga hoy el Museo del Vidrio y Cristal de Málaga , un centro que combina artes decorativas, historia y patrimonio en un mismo recorrido y que no todos los malagueños cono cen. La casa perteneció en su día al constructor de la iglesia de San Felipe Neri y conserva la atmósfera doméstica original que permite entender mejor el contexto en el que se utilizaron las piezas expuestas.
El Museo del Vidrio y Cristal de Málaga custodia una de las colecciones privadas de