La Ley de Propiedad Horizontal ofrece mecanismos para que los propietarios puedan dividir sus viviendas bajo determinadas condiciones. El artículo 4 de esta normativa establece las bases legales que permiten realizar tanto divisiones materiales como jurídicas de un inmueble, siempre que se cumplan ciertos requisitos establecidos en la legislación. Mientras que la división material suele requerir menos trámites, la jurídica implica modificaciones registrales y aprobación comunitaria. Los expertos inmobiliarios señalan que esta posibilidad se ha convertido en una alternativa cada vez más frecuente entre propietarios que buscan optimizar sus espacios o incrementar la rentabilidad de sus inmuebles.
Sin embargo, resulta fundamental conocer exactamente qué dice la Ley de Propiedad Horizonta