Antes de convertirse en la primera mujer en ocupar la gobernación del estado de Nueva York, Kathy Hochul ya había recorrido un largo camino en la política y en el servicio público. Su nombre no era tan conocido a nivel nacional, pero dentro de su estado había construido una trayectoria marcada por pasos firmes.
Su carrera comenzó lejos de los reflectores, en espacios donde el trabajo cercano a la comunidad le permitió ganar experiencia. La formación académica en ciencias políticas y derecho le dio herramientas para abrirse camino en un mundo que, en ese momento, seguía siendo dominado en su mayoría por hombres.
Hochul se destacó por su estilo pragmático y por poner atención en los temas cotidianos de la ciudadanía . Desde la seguridad hasta los servicios locales, sus primeras res