Rubén Benito Amaranto, conocido como “el Albañil”, llegó a sus 36 años imputado por una seguidilla de episodios de violencia urbana y de género en ataques recientes que se registraron entre febrero y mayo pasado en la ciudad de Córdoba.
La larga cadena de hechos violentos dejó al descubierto no sólo un entramado de enfrentamientos con armas de fuego, sino también un vínculo atravesado por la violencia machista y el consumo de drogas y alcohol.
Su persecución comenzó a principios de febrero tras una violenta balacera durante la que dejó a un vecino suyo al borde de la muerte, en la zona nordeste de la ciudad capital.
Pero la seguidilla acabó cuando, meses después, puso un hacha sobre la cabeza de una mujer, luego de golpearla y patearla en el suelo en una vivienda que ambos compartían en