Todos conocemos el secreto feo de la IA: consume una enorme cantidad de electricidad, y, en el proceso, emite una gran cantidad de gases de efecto invernadero.
Pero ¿y si la IA también pudiera ahorrarnos energía?
La inteligencia artificial tiene el potencial de reducir drásticamente la demanda energética en diversas industrias y disminuir sus emisiones de carbono. Y podría ser tan eficaz que equilibraría fácilmente su propia demanda energética y emisiones de carbono, y más.
En mi investigación, he encontrado muchas maneras en que la tecnología de IA optimizará las industrias y las hará más ecológicas. Puede ayudar a descubrir y desarrollar materiales más ecológicos para la manufactura. Manejará sistemas en grandes edificios -desde la climatización hasta los elevadores- para que consuman