Desde que Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) recibió el Premio Cervantes en 2016, y todavía más a raíz del Princesa de Asturias de las Letras con el que ha sido galardonado este año, hay mucha gente que se le acerca y le toca como si fuera un santo, como si tuviera una especie de aura divina. Se lo cuenta el autor a Inés Martín Rodrigo y Álex Sàlmon al comienzo de un nuevo episodio de ‘ Libros y Cosas ’, el pódcast del suplemento ABRIL que protagoniza esta semana. “Siempre he tenido un aura de santidad, que se corresponde además con mi vida, he hecho buenas obras y algún milagro”, empieza bromeando el escritor.
“Me encuentro bien, muy inquieto y muy emocionado, porque ya tengo una edad en la que lo normal es quedarme tranquilo en casa con una mantita viendo la televisión, pero