Lourdes Torres transita hace un año y medio una condena a prisión domiciliaria por un delito que no cometió. Ejercía el trabajo sexual en un departamento que compartía con una amiga y como el alquiler estaba a su nombre la Justicia decidió condenarla por el delito de “facilitación de la prostitución”, incluso con el testimonio de su amiga que advirtió estar allí por voluntad propia. Lourdes tiene una hija de siete años y recibió una carta de expulsión de Migraciones. Teme que la expulsen como ya sucedió con la deportación ilegal de Juan Pedro Martínez, trabajador afrouruguayo que fue separado de sus tres hijxs y su esposa.

Lourdes Torres ejercía el trabajo sexual en un departamento que compartía con una amiga en Olivos. Cuando quedó embarazada dejó ese lugar y su amiga se quedó allí brin

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