Originaria de los bosques tropicales y zonas abiertas de Colombia, Venezuela y Panamá, esta diminuta ave verde de apenas 12 centímetros de longitud lleva en su nombre un detalle distintivo: un fino anillo blanco alrededor de los ojos que parece un par de lentes, como si llevara anteojos, su tamaño, sin embargo, contrasta con la grandeza de su corazón.
Las Cotorritas de Anteojos son monógamas, una vez encuentran a su pareja, permanecen juntas para toda la vida, comparten el alimento, se acicalan mutuamente las plumas y duermen una al lado de la otra, como si no pudieran concebir la existencia en soledad.
Los ornitólogos han documentado que, cuando una de ellas muere, la otra puede sufrir un profundo decaimiento que incluso la lleva a dejar de alimentarse, falleciendo poco después, una exp