Apenas fueron unos breves minutos pero Rai Benjamin vivió el lado más amargo y dulce del atletismo tras ser descalificado y posteriormente recalificado de la final de los 400 vallas , una carrera que había dominado con absoluta solvencia tras el 'petardazo' de Karsten Warholm, al que una vez más se le hizo muy larga la vuelta a la pista.

El noruego volvía al escenario donde protagonizó uno de los récords más extraordinarios de la historia del atletismo, la pista en la que había bajado de los 46 segundos (45.94) en aquella final olímpica sin público de Tokio 2020 .

Llegaba además con confianza tras firmar un mes antes en Chorzow (Polonia) la segunda mejor marca de su vida (46.28) , a la espera de saldar cuentas con Benjamin, el hombre que le había arrebatado el título olímpico en Pa

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