Introducir un cepillo de dientes contaminado en la boca no solo anula la higiene: puede convertirse en una vía de entrada para hongos y bacterias que afectan a toda la salud. La dentista estadounidense Ellie Phillips ha lanzado una alerta tras constatar que muchos pacientes presentan en sus cepillos pequeños puntos negros que no son suciedad, sino colonias de moho que prosperan entre las cerdas y el plástico del mango.
El problema no radica en un uso incorrecto del cepillo, sino en el lugar donde lo guardamos. El cuarto de baño, por su condición de estancia húmeda y con escasa ventilación , se convierte en un invernadero perfecto para estos microorganismos.
Al terminar de cepillarnos , la costumbre más extendida es enjuagar ligeramente el cepillo , colocarle el capu