La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) propuso a principios de este año realizar ataques militares en México, incluyendo asesinatos selectivos de líderes de cárteles y ataques a su infraestructura. Sin embargo, esta iniciativa fue rechazada por la Casa Blanca y el Pentágono, según un informe del diario The Washington Post.
Las sugerencias de la DEA alarmaron a varios funcionarios en el Gobierno estadounidense, quienes consideraron que carecían de un marco legal sólido. Derek S. Maltz, administrador interino de la DEA en ese momento, afirmó estar "totalmente a favor" de atacar laboratorios de producción de drogas y a los líderes de los cárteles. "Los cárteles han asesinado a más estadounidenses que cualquier organización terrorista en la historia de Estados Unidos, por lo que deben rendir cuentas", declaró Maltz.
La propuesta se presentó durante las primeras semanas del segundo mandato de Donald Trump, cuando el presidente ordenó designar a varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. A pesar de la presión de la DEA, los funcionarios de la Casa Blanca y del Pentágono explicaron que el hecho de que algo esté catalogado como organización terrorista no otorga autoridad para realizar ataques.
Maltz también mencionó que había un "debate serio" sobre las opciones para llevar a cabo ataques con drones, pero que estos requerían la colaboración del Pentágono. La DEA, al ser consultada sobre estas revelaciones, se negó a comentar, enfatizando que su misión debe llevarse a cabo dentro del marco de la ley y en coordinación con otros organismos.
A pesar de que la propuesta no fue implementada, la administración Trump ha mostrado determinación en el uso de fuerza letal, como se evidenció en recientes ataques a embarcaciones sospechosas de transportar drogas desde Venezuela. Trump ha insinuado su voluntad de atacar a los cárteles en México, aunque hasta ahora su administración se ha abstenido de hacerlo.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha rechazado enérgicamente cualquier intervención militar de Estados Unidos en su territorio, reiterando su postura en múltiples ocasiones. La situación refleja las tensiones entre ambos países en la lucha contra el narcotráfico y la seguridad regional.