Alguna vez me planteé esa ficción con la que nos gusta jugar: ¿si naciera de nuevo, qué cambiaría? Creo que no demasiado, pero sí cancelaría un rasgo que me hace sufrir bastante. La culpa. Siempre creo que debí haber hecho más. Desde que tal esté solo y no me haya quedado a su lado (aunque haya permanecido y mucho, pero no podía hipotecar mi vida) a la banalidad de no sacar a pasear al perro una noche porque me estaba durmiendo. De ponerle límites a un hijo a sentirme mal porque me olvidé de responder un mail el mismo día.

Dicen que la sensación de culpa y el pánico o la ansiedad suelen ir de la mano , se potencian. No ha sido mi caso; lo que hice durante bastante tiempo fue obsesionarme por no haber dado una respuesta quizás más correcta. O por qué no había privilegiado al otro en vez

See Full Page