El presidente argentino Javier Milei ha confirmado que su gobierno está en negociaciones con el Tesoro de Estados Unidos para obtener un préstamo que le permita afrontar los vencimientos de deuda programados para 2026. En declaraciones realizadas en Córdoba, Milei afirmó: "Estamos trabajando muy fuertemente, estamos muy avanzados".
El mandatario destacó que su administración ya había anticipado que este año sería complicado y que se habían comenzado a desarrollar estrategias para cubrir los pagos que Argentina debe realizar el próximo año, que suman un total de 8.500 millones de dólares, distribuidos en 4.000 millones en enero y 4.500 millones en julio.
"Esas negociaciones demandan tiempo, pero hasta que no esté confirmado no hacemos anuncios. Pero sí, estamos trabajando muy fuertemente, estamos muy avanzados y es cuestión de tiempo también", agregó Milei en una entrevista con el diario La Voz del Interior.
Estas declaraciones se producen en un contexto de alta incertidumbre económica y riesgo país, lo que ha llevado al gobierno a buscar apoyo financiero internacional. El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, había visitado Argentina en abril, donde expresó el apoyo de su país a las reformas económicas implementadas por Milei.
Bessent había mencionado que, si Argentina lo necesitaba, el Tesoro estaría dispuesto a utilizar el Fondo de Estabilización Cambiaria, una línea de crédito especial para ayudar a países en situaciones de crisis.
El presidente Milei también se prepara para un viaje a Nueva York, donde participará en la Asamblea de las Naciones Unidas y recibirá el Global Citizen Award del Atlantic Council, un reconocimiento a las reformas económicas en Argentina.
Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, ha intentado tranquilizar a los bonistas, asegurando que están trabajando para garantizar los pagos de la deuda y negando cualquier posibilidad de default.
La situación económica del país sigue siendo tensa, con el mercado actuando en modo pánico y el gobierno enfrentando críticas de la oposición. En este contexto, el Banco Central ha tenido que intervenir, quemando 1.110 millones de dólares en un intento por contener la devaluación del peso.