Para tomar una decisión, Alejandro Restrepo piensa mucho. El estratega antioqueño, de 43 años, analiza, en poco tiempo, todas las posibilidades que tiene. Esa, además de la gran capacidad de trabajo que posee, es su mayor virtud como técnico.
Por eso su rostro serio, que nace de una concentración profunda, se ve en cada partido que dirige. Esa es la razón por la cual, cuando está en su oficina del primer piso de la sede del Medellín en Itagüí, el timonel se la pasa viendo videos de rivales o analizando informes sobre sus dirigidos.
Restrepo siempre asume las decisiones que toma. Cuando el equipo juega bien, dice que es gracias al trabajo hecho por sus dirigidos. En los momentos que las cosas no salen bien, por el contrario, asume la responsabilidad. Lo mismo con todas sus decisio