Una maestra jardinera que trabajaba como suplente en un jardín del barrio porteño de Boedo es buscada con un pedido de captura internacional. La docente está acusada de clonar las tarjetas de varias compañeras para realizar más de un centenar de compras por un monto superior a los $ 3,6 millones, entre ellas pasajes aéreos a Europa, donde se fugó y permanece prófuga.

En las últimas horas se conocieron testimonios que revelan que la docente llevaba al menos siete años cometiendo robos con el mismo modus operandi. Sus víctimas eran siempre personas de confianza: amigas, compañeros de estudio y hasta familiares de su entonces novio.

“Además de ladrona, era perversa. Un día llegó al gimnasio con ropa deportiva nueva y le preguntó a una amiga si le gustaba. Tiempo después se enteró de que lo

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