Paola Gallegos abandonó la carrera de Administración de Turismo para entregarse al trazo de la caligrafía y al amor por lo hecho a mano. Cuando la pandemia paralizó el mundo, encontró en medio de la frustración una oportunidad para educar y sensibilizar sobre el arte de escribir, un oficio que parecía quedar relegado en la inmediatez digital.

Hoy, con casi 3 millones de seguidores en redes sociales y su más reciente libro Aprende con Calligraphilic (Grijalbo), la joven cusqueña compartió con La República lo que la motivó a rescatar un arte casi olvidado. En tiempos en que la tecnología nos acostumbra a la rapidez y nos aleja de la paciencia, la influencer, artista y educadora reivindica la pluma y el papel como símbolos de identidad, memoria y humanidad.

—¿Cuándo decidiste dedicar

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