Entre los tantos paradigmas que parecen estar cambiando en Estados Unidos bajo la administración Trump, un aspecto que resulta particularmente preocupante es la creciente amenaza que se cierne sobre la libertad de expresión, donde el gobierno no ha escatimado esfuerzos para acallar voces que le resultan incómodas o amedrentar a importantes medios de comunicación mediante millonarias acciones judiciales, gracias a las cuales ha logrado en algunos casos acuerdos que no solo implican cuantiosos pagos indemnizatorios en favor del Presidente Donald Trump, sino que además coincidentemente han terminado favoreciendo sus propios objetivos.

Si bien durante su primer mandato Trump tuvo tensas relaciones con los medios de comunicación, en su segundo período el hostigamiento ha alcanzado niveles sin

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