La visita de la presidenta Dina Boluarte a Estados Unidos, entre el 21 y 24 de septiembre, terminó convertida en una seguidilla de traspiés. Lo que se supone que debía ser una agenda de alto nivel en la ONU, con reuniones multilaterales y cenas diplomáticas, se le convirtió todo en improvisación, desbordes verbales y escenas incómodas que ya circulan en redes y medios internacionales.

Boluarte partió de Lima el domingo 21 junto a su comitiva y se instaló en la residencia del representante permanente del Perú ante la ONU. La primera jornada estuvo dedicada a coordinaciones internas. Desde ese momento se notó que el objetivo central era defender su legitimidad política y justificar decisiones cuestionadas de su gestión.

Le apagaron el micrófono tras romper el protocolo

Dina Boluarte rompi

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