El Balón de Oro dejó un sabor agridulce en el vestuario del Barça. Mientras Lamine Yamal y otros nombres copaban los focos, la quinta posición de Raphinha en la clasificación fue vista por muchos como un reconocimiento insuficiente. El brasileño firmó una temporada de primer nivel, decisivo en grandes partidos y con una regularidad que pocos pudieron igualar. Sin embargo, los votos no reflejaron del todo su impacto.
Dentro del equipo azulgrana, la sensación es unánime: Raphinha merecía más. Algunos de sus compañeros incluso lo sitúan entre los tres mejores del mundo en su posición. Para Flick , su papel es incuestionable y su importancia en el proyecto sigue creciendo. La sorpresa no fue tanto por el hecho de aparecer en el top 10, sino porque no se valorara como se esperaba su in