Un grupo de trabajadoras de Cometa —Centro de Control de Medidas Telemáticas de Alejamiento desde el que se gestionan las pulseras antimaltrato— ha roto su silencio para denunciar los fallos en este sistema de protección.
A través de una carta, las trabajadoras señalan tanto al Ministerio de Igualdad, liderado por Ana Redondo, como a Vodafone y Securitas Seguridad , empresas adjudicatarias del servicio.
En una carta abierta, el personal subraya que la polémica ha sido "instrumentalizada" y "bochornosamente utilizada" por "unos y otros" . Estas trabajadoras subrayan que ambas partes "mienten haciendo afirmaciones categóricas sobre que todo está bien y todo son bulos" o que "utilizan a una víctima muerta para relacionarla con fallos en el servicio, cosa absolutamente falsa".