Alguien, de forma anónima, colgó hace un par de días una pancarta en el campus de la Universidad de Extremadura (UEx) en Cáceres y la imagen se ha vuelto viral en las redes sociales. “¿De qué me sirve conseguir la beca si se la queda mi casero?”, se puede leer en una sábana atada entre dos árboles.

El mensaje, difundido en X por Gabriel Moreno, profesor de Derecho Constitucional y Unión Europea de la UEx, ha superado las 100.000 visualizaciones y se ha compartido más de mil veces, y es que ha vuelto a sacudir el debate sobre los problemas que tienen los jóvenes para acceder a una vivienda, ya sea en alquiler y, por supuesto, en propiedad.

Extremadura, con los precios más reducidos del país, pero también con los salarios más pequeños y la tasa de emancipación más baja, no es ajena a esta situación. Los universitarios tienen cada año más dificultades para encontrar un piso compartido en Badajoz o en Cáceres. El elevado precio de los alquileres ha desviado la demanda a las residencias, que en septiembre, a las puertas del inicio de este curso, tenían una lista de espera de un millar de estudiantes.

Los universitarios extremeños llevan mucho tiempo denunciado esta situación. Cáceres acogió el pasado abril dos movilizaciones , una de ellas organizadas por los estudiantes, para exigir al alcalde, Rafael Mateos, y a la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ambos del PP, la declaración de zona tensionada porque el precio de los alquileres es “insostenible”.

“Si no hacemos algo ya, no solo estaremos impidiendo a una generación desarrollar su proyecto vital en libertad, estaremos amenazando la viabilidad del propio campus universitario cacereño”, advirtió Ángel Andreo, representante estudiantil de la Facultad de Derechos, que también alertó sobre la pérdida de alumnos del campus de Cáceres en la última década, que cifró en un 20%.

Incluso el rector, Pedro Fernández, reconoció en su momento que había un “problema muy serio de alojamiento asequible para los estudiantes de Cáceres”. Se comprometió en tomar medidas junto al alcalde, pero no se conoce avances en este sentido.

Hace ahora un año, la plataforma Stop Alquileres Abusivos solicitó al ayuntamiento una moratoria en la concesión de licencias para apartamentos turísticos , ya que según sus cálculos, el 70% de este tipo de alojamientos en Extremadura se encontraban en la ciudad, donde, entonces, “el precio medio por un piso de alquiler es de 739 euros cuando la renta media es de 1.100 al mes”, subrayaron.