en medio de la ola migratoria provocada por una asfixiante crisis, pero hoy lucen la camiseta de la Vinotinto: la selección de fútbol apuesta por los hijos de la diáspora venezolana.

«Te abren las puertas para el futuro», comenta a la AFP uno de estos chamos, el mediocampista Nicola Profeta, quien a los 18 años de edad ha entrado en las últimas dos convocatorias del seleccionador de Venezuela, el argentino Fernando «Bocha» Batista, en la clasificatoria hacia el Mundial de 2026.

agregó en una entrevista luego de un entrenamiento con el filial Sub-20 de su club, el Santos brasileño, antes de viajar para incorporarse a la concentración vinotinto.

Nacido en Lechería, en el costero estado Anzoátegui, Profeta era un niño cuando dejó su país natal en 2017, en el pico de una crisis económica qu

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