Por. Carlos Andrés Vidal Martínez.
La búsqueda de un posgrado es, para muchos profesionales, el siguiente paso lógico en su carrera. Un escalón que promete especialización, mejores oportunidades laborales y un mayor impacto en su campo. Sin embargo, para los colombianos, esta decisión a menudo nos enfrenta a una paradoja económica y académica.
No es un secreto que los costos de los programas de posgrado en Colombia pueden ser prohibitivos. Renán Vega Cantor, en su libro La universidad de la ignorancia, sostiene que la educación ha dejado de ser un bien común para convertirse en una mercancía, y esta realidad se ve reflejada en los precios inaccesibles que empujan a muchos a buscar “ofertas” en el extranjero. Un máster o doctorado en una universidad de renombre puede suponer una inversión