No se engañen, los milagros no existen. Existe Mariona Ortiz , existe Helena Pueyo, Nadia Fingall, el Casademont Zaragoza y el Príncipe Felipe. Tampoco existen los imposibles para este equipo ni estas jugadoras, que creyeron en sí mismas, que tuvieron paciencia, fe y baloncesto, mucho baloncesto, mucha defensa, acierto en los momentos clave. Y aún con todo eso es difícil explicar lo vivido en el Príncipe Felipe, esa remontada de 21 puntos, esa grada puesta en pie y a los pies de Mariona, aclamada una y otra vez tras la gesta porque con ella todo es posible. Hasta ganarle por 82-59 al Zabiny Brno y clasificarse para la Euroliga por tercera temporada consecutiva.

La temporada no ha hecho más que empezar pero ya amenazaba con torcerse para el equipo de Carlos Cantero por esa maldita p

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