La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció la acusación de 26 líderes del Cártel de Sinaloa por tráfico de fentanilo, metanfetaminas, cocaína y lavado de dinero. En su perfil de X, Bondi afirmó que estas sanciones representan un duro golpe para la organización, que supuestamente financia el terrorismo en el país. "El Cártel de Sinaloa se vale del narcotráfico para financiar su terrorismo contra el pueblo estadounidense, mientras siembra veneno en nuestras comunidades", expresó.
Como parte de la estrategia de seguridad "Recuperemos América", se arrestaron a 15 de los 26 acusados. Esta operación fue impulsada por el presidente Donald Trump, quien designó al Cártel de Sinaloa como Organización Terrorista Extranjera (OTE). Esta designación permite imponer penas más severas cuando se demuestra la conexión entre el narcotráfico y el financiamiento al terrorismo.
La Administración para el Control de Drogas (DEA) y otras agencias colaboradoras llevaron a cabo las detenciones en varias ciudades del país. Entre los arrestados se encuentran Próspero Coronel-Sánchez, José Luis Angulo-Soto, Ángel Alemán Alatorre-Monge, y otros. La lista completa incluye a 15 individuos, todos vinculados al cártel.
El fiscal federal para el distrito sur de Illinois calificó al Cártel de Sinaloa como una "organización criminal despiadada" y se comprometió a trabajar para detener sus operaciones. La investigación fue respaldada por el Servicio de Impuestos Internos (IRS), Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Servicio Postal. El caso está bajo la responsabilidad de los fiscales federales Karelia Rajagopal, Laura Reppert y Thomas Leggans.