Hace dos años, el Gobierno español aprobó el techo de gasto del programa misil anticarro Spike Segunda Fase. El Ministerio de Defensa buscaba sustituir al veterano misil TOW y modernizar la defensa contra tanques y carros de combate de las Fuerzas Armadas.
Desde 2009, el Ejército de Tierra y la Infantería de Marina operaban la versión anterior, el Spike LR. En septiembre de 2023 se contemplaba la compra de un lote de 1.680 misiles de la versión LR2, la más avanzada, 168 puestos de tiro y el apoyo logístico por un importe de algo más de 287 millones de euros.
Pero la adquisición de los misiles fabricados por la empresa israelí Rafael se ha anulado en el marco de la "desconexión" de la industria militar del Estado hebreo, como consecuencia de la matanza indiscriminada de palestinos en Gaza