En los torneos continentales es completamente diferente. El local Betis mostró su peor cara en la Europa League y solo pudo salvar un empate 2-2 ante Nottingham Forest de Inglaterra, gracias a una gran definición del brasileño Antony, la inversión más cara del club en este mercado.
Los sevillanos de ninguna manera se amedrentaron ante el poderoso equipo visitante. Los casi 270 millones de dólares que gastaron los británicos solo en este mercado (presupuesto parecido para remodelar el estadio Benito Villamarín de los hispanos) no inquietaron a los de Manuel Pellegrini.
Porque el elenco andaluz, si bien metía miedo en ofensiva, también dejaba amplios espacios y muchas dudas en el fondo. Las mismas que aprovechó la escuadra hispana antes del cuarto de hora.
Un largo pase de Valentín Gómez