El Gobierno de Pedro Sánchez ha designado al buque de Acción Marítima (BAM) Furor (P-46) para proteger y, si es necesario, rescatar a los integrantes de la Global Sumud Flotilla, que se dirige hacia Gaza. Este patrullero oceánico es la unidad más moderna de su clase en la Armada Española. Aunque es un buque militar, está equipado con un cañón de 76 mm y armamento ligero, y su diseño está orientado hacia la "autodefensa" en lugar de la "confrontación", lo que resalta el carácter protector de la misión.

El Furor ha participado en diversas operaciones, incluyendo la lucha contra la piratería en el golfo de Guinea en 2021 y 2023, así como la escolta del destructor ruso Vitse Admiral Kulakov en 2020, durante su paso por el estrecho de Gibraltar. Este buque fue entregado en enero de 2019 y tiene su base en el Arsenal de Cartagena, desde donde partirá este jueves.

Como el sexto y último de los buques de la clase Meteoro, el Furor es parte de un proyecto de la empresa española Navantia, que ha modernizado la flota de la Armada. Sus características lo hacen ideal para misiones de "vigilancia, escolta y salvamento" en alta mar. Además, puede colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en tareas de policía marítima.

El buque cuenta con una cubierta de vuelo, diseñada para operar helicópteros de salvamento a gran distancia, y dispone de dos embarcaciones semirrígidas de alta velocidad, esenciales para intervenciones rápidas. Con una eslora de 93,9 metros y una manga de 14,2 metros, el Furor desplaza unas 2.840 toneladas a plena carga. Su dotación es reducida, con solo 46 efectivos, pero tiene capacidad para alojar hasta 80 personas, lo que es crucial en caso de tener que acoger a personal rescatado de la Flotilla.

A bordo, el buque está equipado con instalaciones médicas que permiten una primera asistencia de emergencia, lo que le otorga una "capacidad sanitaria muy superior a la de una patrullera convencional", aunque no lo convierte en un buque hospital. Su notable autonomía le permite operar durante semanas en zonas alejadas sin necesidad de repostar, asegurando así una presencia constante y sostenida en el área.