Cuando notó que el rosario que colgaba en su habitación se iluminaba, comenzó a rezar. Entonces sintió un hormigueo en los brazos como un aviso celestial y de repente se le apareció la Virgen María . Gladys Motta, ama de casa y devota católica, tenía 46 años.

Era el 25 de setiembre de 1983 y cuando Gladys proclamó semanas después el acontecimiento milagroso, la jerarquía eclesiástica y el pueblo cristiano lo celebraron. A su influjo, la ciudad de San Nicolás, de rica historia, adquirió una nueva identidad: se convirtió en la Ciudad de María , que comenzó a convocar a legiones de fieles desde los cuatro puntos cardinales de la fe.

Primero había sido la Ciudad del Acuerdo, desde que el 31 de mayo de 1852, trece provincias sentaron en su territorio las bases de la organización nacio

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