Durante más de un siglo, Croke Park se levantó como un muro contra todo lo que oliera a deporte “extranjero”. La Regla 42 de la Asociación Atlética Gaélica (GGA, por sus siglas en inglés) , era un candado grueso que impedía que en el inmueble de Dublín se jugara futbol o rugby , considerados como rivales directos del futbol gaélico y el hurling .

El estadio no era sólo un edificio deportivo , mucho tiempo fue un estandarte de identidad nacional en una isla que luchaba por no disolverse en la influencia británica.

TE RECOMENDAMOS: Patada de despeje, una jugada en extinción en la NFL; ya no entregan el balón

Ese blindaje cayó en 2005 cuando la GAA votó terminar con la prohibición . La decisión abrió un surco histórico en la memoria irlandesa . Para algunos fue una

See Full Page