Starbucks dijo el jueves que cerraría tiendas de bajo rendimiento en América del Norte y recortaría 900 puestos de trabajo en un esfuerzo de reestructuración de 1,000 millones de dólares, mientras el presidente ejecutivo Brian Niccol sigue adelante con su plan para revivir la fortuna de la compañía.
En su primer año en el trabajo, Niccol se ha centrado en invertir en las tiendas de Starbucks para reducir los tiempos de servicio y restaurar el ambiente de una cafetería, al mismo tiempo que recorta las capas de administración.
La compañía ha registrado seis trimestres consecutivos de disminución de ventas en los EU, ya que la demanda de sus costosos cafés con leche se vio afectada por los consumidores que se volvieron exigentes y la competencia aumentó.
“Durante la revisión, identificamos