Abusón, consentido o indisciplinado, son algunos de los adjetivos usados por el historiador Andrew Lownie para describir al hermano de Carlos III. La imagen del príncipe Andrés ya estaba por los suelos, pero su nuevo libro Entitled: Auge y caída de la casa de York la hunde todavía más: le retrata como un niño malcriado, obsesionado por el dinero y el sexo, que salía con proxenetas como Jeffrey Epstein, mientras su madre, la reina Isabel, miraba hacia otro lado.
"Nunca ha madurado del todo. Todavía tiene ositos de peluche en la cama. No es una persona sofisticada, que digamos", ha afirmado el autor en una entrevista a TVE. En su libro hace un retrato crudo de la pareja del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, a los que describe como los "Bonnie and Clyde de la Familia Real británica"