El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido condenado a cinco años de prisión, de los cuales dos son firmes, por financiación ilegal de su campaña electoral de 2007 con dinero del régimen libio de Muamar Gadafi. La sentencia fue emitida este jueves por un tribunal que también ordenó su ingreso en prisión, el cual deberá llevarse a cabo en los próximos días, a pesar de que Sarkozy tiene la opción de apelar la decisión.
Esta condena es la tercera que enfrenta Sarkozy, pero es la primera que podría llevarlo a cumplir una pena efectiva en prisión, ya que las anteriores le permitieron cumplir arresto domiciliario. En el pasado, Sarkozy utilizó un brazalete electrónico tras una condena anterior, que fue confirmada por el Tribunal Supremo en diciembre de 2024.
La pena de cinco años es inferior a los siete años que solicitaba la Fiscalía, lo que representa un duro golpe a la reputación del exmandatario, quien sigue siendo una figura influyente en la política de la derecha francesa. La sentencia establece que su campaña presidencial estuvo financiada con fondos provenientes de Libia, aunque no se ha podido demostrar su participación directa en la obtención de esos recursos.
El tribunal determinó que Sarkozy, junto a sus colaboradores Claude Guéant y Brice Hortefeux, formó una red para recibir dinero de Libia. Se mencionan promesas hechas a Gadafi, como el retorno de Libia a la comunidad internacional y el apoyo a su programa nuclear. Además, se hizo referencia a la intervención en favor de su cuñado, Abdalláh Senoussi, condenado en Francia por un atentado en 1989.
A pesar de la falta de pruebas concretas sobre los fondos, el tribunal consideró que existían indicios suficientes de su existencia y de las contrapartidas que se intentaron llevar a cabo. Guéant recibió una condena de seis años de prisión, mientras que Hortefeux fue sentenciado a dos años. Solo tres de los trece acusados fueron absueltos, incluyendo al exministro Éric Woert, quien era tesorero de la campaña.