Hay dulces que tienen sabor a tradición y recuerdos , y los buñuelos de viento son uno de ellos. Esos bocaditos redondos, dorados y suaves que aparecen en la mesa en Todos los Santos, en Semana Santa o en cualquier celebración familiar. Karlos Arguiñano los ha preparado muchas veces, siempre con esa sonrisa que contagia, y tiene razón: son más fáciles de hacer de lo que pensamos. Eso sí, necesitan un poco de mimo para que queden esponjosos por dentro y crujientes por fuera.

Ingredientes (unas 25 unidades)

  • 250 ml de leche entera
  • 75 g de mantequilla
  • 150 g de harina de trigo
  • 4 huevos medianos
  • 30 g de azúcar
  • Una pizca de sal
  • Ralladura de limón o de naranja (lo que prefieras)
  • Aceite de girasol para freír
  • Azúcar glas para espolvorear Buñuelos
  • Paso a paso

    1. Infusionar la leche . Pon un cazo al fuego con la leche, la mantequilla, el azúcar, la ralladura y la pizca de sal. Cuando hierva, baja el fuego.
    2. La masa. Añade la harina de golpe y remueve con una cuchara de madera. Debe quedar una bola que se despegue de las paredes del cazo. Deja un par de minutos al fuego para que pierda el sabor a harina cruda.
    3. Incorporar los huevos. Retira del fuego, deja templar un poco y ve añadiendo los huevos uno a uno. Hay que mezclarlos con paciencia: parece que la masa se corta, pero termina uniéndose. Al final debe quedar cremosa, densa y un poco pegajosa.
    4. Freír. Calienta aceite abundante en una sartén honda o cazuela. Con dos cucharitas, forma bolitas pequeñas de masa y fríelas en tandas. El aceite debe estar caliente, pero no ardiendo (170 ºC aprox.).
    5. Inflado mágico. Los buñuelos se dan la vuelta solos y crecen al freírse. Sácalos cuando estén dorados y escúrrelos en papel absorbente.
    6. El toque final . Cuando se templen, espolvorea con azúcar glas. Si te animas, ábrelos y rellénalos con crema, nata o chocolate. También se pueden espolvorear con canela molida .

    Consejos de cocina

    • No los hagas muy grandes, porque doblan su tamaño al freírse.
    • La temperatura del aceite es clave : demasiado frío y quedarán aceitosos; demasiado caliente y se doran por fuera pero quedan crudos por dentro.
    • Si quieres sorprender, prepara un surtido: algunos simples y otros rellenos.
    • Los más tradicionales son los buñuelos de patata .

    Calorías aproximadas

    Cálculo de la receta completa (25 buñuelos):

    250 ml de leche: 160 kcal

    75 g de mantequilla: 540 kcal

    150 g de harina: 510 kcal

    4 huevos medianos: 320 kcal

    30 g de azúcar: 120 kcal

    Aceite absorbido (unos 80 ml): 720 kcal

    Azúcar glas (30 g): 120 kcal

    Total: 2.490 kcal.

    Dividido entre 25 buñuelos, cada uno ronda las 100 kcal. Si los rellenas, la cifra sube (entre 130 y 150 kcal, según el relleno).

    Conclusión

    Los buñuelos de viento de Arguiñano son un clásico que nunca falla. Calientan el corazón tanto como el estómago: pequeños, ligeros y con ese punto crujiente que engancha. Prepararlos en casa no es complicado, solo hay que tener paciencia con la masa y controlar el aceite.

    Son de esos dulces que hacen que la cocina huela a fiesta, que recuerdan a tardes en familia y a meriendas compartidas. Y lo mejor: ver cómo la bandeja se vacía en cuestión de minutos, porque nadie se resiste a comer solo uno..