“No pasa nada. No cambia nada.” Con esta frase, Rubén Rocha Moya , gobernador de Sinaloa , descartó cualquier modificación en las medidas de seguridad familiar tras el ataque armado contra los escoltas que trasladaban a su nieta en Culiacán .

El incidente, ocurrido el pasado 23 de septiembre, se suma a la ola de violencia que afecta a la capital sinaloense, pero no alteró la rutina ni la percepción de riesgo del mandatario estatal.

Rocha Moya explicó que tras el intento de despojo de vehículo en el que resultaron heridas dos personas, su nieta se encuentra en buen estado y retomó sus actividades cotidianas.

Además, el gobernador subrayó que las personas lesionadas ya se encuentran fuera de peligro, según los reportes médicos más recientes.

“La niña está bien, está en casa. Aye

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