River Plate quedó eliminado de la Copa Libertadores a manos de Palmeiras y el desenlace en el Allianz Parque derivó en un descontrol total. Jugadores fuera de sí, insultos al árbitro uruguayo Andrés Matonte y un Marcelo Gallardo entre la rabia y la reflexión marcaron la caída del conjunto argentino por 3-1 en Sao Paulo.
Consumada la eliminación, varios futbolistas del cuadro millonario se fueron encima del juez. El más exaltado fue Maximiliano Salas, quien intentó increpar a Matonte y debió ser contenido por sus compañeros y miembros del cuerpo técnico. “¡Hijo de pu...!”, gritó el exdelantero de Palestino en medio de la tensión.
El árbitro debió ser escoltado por la policía ante la furia del plantel visitante, que sintió perjudicado por su desempeño. “El juez no supo manejar el partido”,