El rodaje de El hombre que pudo reinar (1975), dirigida por John Huston, fue tan épico como la historia que cuenta. Basada en un relato corto de Rudyard Kipling, la película narra la aventura de dos exsoldados británicos que deciden conquistar el mítico reino de Kafiristán. Pero antes de llegar a la pantalla, el proyecto atravesó un auténtico vía crucis de más de veinte años.

Huston quiso rodarla desde los años 50, primero con Humphrey Bogart y Clark Gable, luego con Burt Lancaster y Kirk Douglas, y más tarde con Paul Newman y Robert Redford. Fue Newman quien sugirió que los papeles debían interpretarlos actores británicos, lo que llevó a la elección definitiva de Sean Connery y Michael Caine.

El rodaje se llevó a cabo en Marruecos, en las montañas del Atlas, donde Huston recreó la tie

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