El Teatro Real amaneció ayer distinto. Desde primera hora de la mañana, técnicos de sonido, músicos y bailarines ocupaban el escenario en lo que se convirtió en un ensayo general cargado de expectación. A pocas horas de que arrancara la Gala SuperArte, el mayor evento artístico inclusivo de Europa, se respiraba nervios, ilusión y concentración. Por la noche, el histórico coliseo madrileño acogió la séptima edición de esta cita con un lleno absoluto de 1.400 personas, consolidándose como referente cultural. En total, más de 20.000 espectadores han asistido a lo largo de los años a las más de veinte galas celebradas en distintos escenarios de España, que han reunido ya a más de un centenar de artistas con y sin discapacidad.

SuperArte no es solo una gala, es un proyecto cultural y social qu

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