El ofrecimiento de una disculpa pública por parte del Gobierno de Jalisco a los familiares de Dalia Guadalupe Cruz Guerrero, Luis Ramón Enciso Ramírez, Bernardo y Carolina, desaparecidos hace 10 años, es un hecho histórico y con un fuerte impacto simbólico para muchas familias que enfrentan la desaparición de un ser querido en el estado. Sin embargo, se percibe como una sensación agridulce, ya que el evento que debía realizarse el 14 de agosto por la Viscefiscalía de Desaparecidos no cumplió con las expectativas de dignidad y sensibilidad hacia las peticiones de María Natividad Guerrero Sedano, madre de Dalia, y su familia, por lo que el acto de ayer con el gobernador Pablo Lemus buscó subsanar esas fallas, explicó Anna Karolina Chimiac, codirectora del Centro de Justicia para la Paz y el
Disculpa del gobernador es histórica, pero la búsqueda sigue: Cepad

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