El brutal asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela, presentado por el gobierno bonaerense como una “venganza narco”, reabrió un debate incómodo pero necesario: ¿cómo nombrar a los crímenes de mujeres cuando se inscriben en tramas del narcotráfico? Para los feminismos no hay dudas: son femicidios, porque expresan la forma más extrema de violencia machista, atravesada además por las lógicas del crimen organizado.

En Rosario, esa discusión tiene anclaje concreto . En los últimos años, varias mujeres fueron asesinadas en escenarios vinculados a disputas de bandas, balaceras mafiosas o venganzas cruzadas. Casos que mostraron con crudeza cómo el narco no solo multiplica la violencia urbana, sino que también convierte a las mujeres en blanco de di

See Full Page