Quito- Las masacres carcelarias han vuelto a sacudir a Perú tras casi un año sin episodios de este tipo, con dos ataques en apenas tres días que dejaron al menos 30 presos asesinados, pese a la militarización de las cárceles ordenada por el presidente Daniel Noboa.

El aparente control que los militares habían impuesto sobre el convulso sistema penitenciario de Ecuador quedó roto el lunes con la matanza de catorce personas en la cárcel de Machala (sur), entre ellas trece presos y un guardia carcelario, y siguió este jueves con la masacre de al menos diecisiete reclusos en la cárcel de Esmeraldas (norte).

Según las autoridades, ambos episodios comenzaron de forma similar: un grupo de presos pertenecientes a una banda criminal simuló la enfermedad o muerte de uno de sus integrantes para em

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