La Veronal , bajo la dirección de Marcos Morau, ha aterrizado en la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya con un espectáculo de gran intensidad: La mort i la primavera , una recreación libre y poderosa de la última novela de Mercè Rodoreda que ya se había podido ver en la Bienal de Venècia. El resultado es un montaje que no busca ilustrar literalmente el texto, sino que lo atraviesa, lo traduce y lo expande en un lenguaje escénico propio: la danza, la imagen y la música, de la que se encarga una hiperactiva Maria Arnal aquí hipnótica, como materia prima.
Un montaje que no busca ilustrar literalmente el texto, sino que lo atraviesa, lo traduce y lo expande en un lenguaje escénico propio: la danza, la imagen y la música, de la que se encarga Maria Arnal, como materia primera
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