Marcelo Ebrard tiene nueva encomienda.

Tareas adicionales a las ordinarias como secretario de Comercio, la defensa de México contra los aranceles ordenados por Donald Trump y la aplicación de otros a países no afines.

Es una labor de filigrana: separar la renegociación del T-MEC, el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá de toda relación con tareas de combate al crimen organizado.

Porque hasta hoy se han contaminado ambas cosas.

Las amenazas comenzaron desde marzo pasado, cuando el presidente estadunidense anunció 30 por ciento a las exportaciones mexicanas hacia su territorio.

El pretexto fue, según dijo el magnate, la nula o escasa colaboración en el combate a la migración y a los cárteles en general, en especial para detener el flujo de fentanilo hacia el norte.

Entonces Eb

See Full Page