Un escándalo ha estallado en Chile tras el intento de importación de restos humanos por parte del Centro de Entrenamiento Médico Quirúrgico (CEMQ). Entre los elementos incautados se encuentran partes de cuerpos de personas fallecidas, incluyendo la pierna de una mujer de 67 años, la mitad de la tibia de un hombre de 73 y la rodilla de una mujer de 32. Este caso revela un oscuro y poco regulado mercado de piezas cadavéricas que podría estar operando en el país.
La importación de estos restos humanos, que llegó a Santiago en 2024, fue gestionada a través del laboratorio Innoved Institute, con sede en Estados Unidos. Según el CEMQ, el material era destinado a cursos de capacitación para profesionales de la salud. Sin embargo, la normativa chilena prohíbe la internación de este tipo de material biológico, lo que ha llevado a que los envíos queden almacenados en bodegas refrigeradas del aeropuerto.
Documentos obtenidos por la Unidad de Investigación de Bío Bío detallan que los cargamentos incluían 30 restos humanos, clasificados con códigos en lugar de nombres. Por ejemplo, A65807 corresponde a una mujer de 67 años que falleció por causas naturales. La falta de trazabilidad de los donantes y la opacidad en el proceso de adquisición han generado serias dudas sobre la legalidad de estas importaciones.
Expertos han señalado que la prohibición de importar este tipo de material se debe a la necesidad de garantizar una trazabilidad clara de los cuerpos. Además, se teme que esto pueda convertirse en un negocio lucrativo. En el caso del CEMQ, el precio declarado por las piezas fue de un dólar cada una, lo que ha levantado sospechas entre las autoridades chilenas, ya que este valor no se alinea con los precios del mercado.
El Innoved Institute ha estado vinculado a controversias en el pasado, incluyendo su relación con el Biological Resource Center (BRC), una empresa que fue acusada de obtener cuerpos de manera poco ética. En 2014, el BRC fue allanado y se encontraron 10 toneladas de restos humanos, lo que pone en tela de juicio la procedencia de los materiales que el CEMQ intentó importar.
Desde el CEMQ, se ha declarado que no tienen conocimiento de las sanciones o denuncias contra su proveedor. Sin embargo, la situación ha generado un debate sobre la ética y la regulación del comercio de restos humanos en Chile. Julio Cárdenas Valenzuela, director del Museo de Anatomía de la Universidad de Chile, ha expresado que el mercado de piezas cadavéricas se ve comprometido cuando los intereses económicos prevalecen sobre la ética.