Los imponentes muros de piedra que, antaño, protegieron Orduña de invasores, pestes, epidemias o contrabandistas sirvieron ayer para cobijar y arropar a los ocho protagonistas de los premios DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak de la comarca Nerbioi-Ibaizabal. Y también, a sus acompañantes, a sus familiares y a sus amigos. Una a una, las delegaciones y representantes de Basauri , Orozko , Ugao-Miraballes , Galdakao e Igorre encaminaron sus pasos hacia el Hotel Balneario Orduña Plaza, el espectacular edificio construido en 1792 que albergó La Aduana. De estilo neoclásico y con trece arcos de medio punto sobre pilastras, esa amplia zona porticada fue testigo directo de encuentros y reencuentros, saludos, abrazos y felicitaciones, corrillos y conversaciones.
Las mayores del