El micro llegó a la esquina de 1 y 53 a las 19:20 cuando la zona ya estaba cargada de gente, banderas y mucha pirotecnia. Tardò casi media hora en llegar hasta el estadio lo que generó una demora en todo sentido, ya que no se abrieron las puertas de 115 hasta que los jugadores estuviesen en el vestuario.

El camino estuvo plagado de color y pasión. Hasta el chofer que manejaba tuvo tiempo de sacar el celular de su bolsillo y filmar, total en muchos momentos el ómnibus no pudo avanzar porque había tanta gente por delante que se le hacía imposible.

Lo más curioso fue que la esposa de Eduardo Domínguez, Brenda Bianchi (hija del Virrey) estuvo junto a sus hijos en el recorrido, con camisetas del Pincha y con una emoción que verdaderamente llamó la atención y generó la empatía de los presentes

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