En la cuenta regresiva para las elecciones de fines de octubre, el régimen de bandas cambiarias que, allá lejos en el tiempo había sostenido la estabilidad relativa del dólar , comienza a mostrar sus fisuras. Con un piso en torno a los $946 y un techo en los $1.478, esta herramienta le permitió al Banco Central (BCRA) intervenir con moderación en las expectativas, pero su rigidez limita la capacidad de acumular reservas netas de manera sostenida y su credibilidad ha quedado seriamente dañada a partir de los últimos eventos, la frágil posición del Gobierno para vender reservas en el techo de la banda, previo al botón rojo y el posteo de apoyo del Tesoro de EEUU.
Fuentes cercanas a las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) corroboran que, una vez superada