Hans-Dieter Flick impuso un estricto código de conducta en el vestuario, tan solo unos días después de ser presentado como nuevo mánager del Barça. Y además de sus sanciones ejemplares por impuntualidad, t ambién prohibió a los jugadores de la plantilla pelearse o discutirse entre ellos, y mucho menos, en el terreno de juego . No quiere quejas ni lamentos, y tan solo permite que se animen. Porque si hay alguien que tiene que recriminar alguna cosa a los futbolistas, es el entrenador, y nadie más.
Y todos han seguido esta norma sin protestar, como ha sido el caso de Robert Lewandowski . Cuando todavía estaba a las órdenes de Xavi Hernández , fue noticia por sus reproches a algunos compañeros, como Lamine Yamal o Ferran Torres, que no hicieron ni pizca de gracia en el Camp Nou. Asi