Ghana, Ruanda, Uganda, Sudán del Sur y Suazilandia son los países con los que la administración estadounidense de Donald Trump ha firmado convenios para la deportación de migrantes. Esas deportaciones se hacen a cambio de un “apoyo financiero” de Washington que asciende a cifras millonarias. 7,5 millones de dólares a cambio de 250 deportados en Ruanda, o 5,1 millones a cambio de hasta 160 deportados en Suazilandia, según los datos que ha recopilado Human Rights Watch.
De esos datos se desprende el precio que Trump le ha puesto a cada migrante que expulsa a la fuerza de Estados Unidos: 30.000 dólares por deportado. Ese dinero se destina a que estos terceros países fortalezcan sus políticas migratorias o de seguridad. “En teoría, es dinero de cooperación para para temas de desarrollo, per