El miércoles por la noche, una ráfaga de flashes y tensión desgarró el aire del teatro Tabaris. La presencia de Cecilia Milone convirtió el estreno de Viuda e hijas en una escena cargada de electricidad : la artista reafirmó de manera contundente su quiebre irreconciliable con la prensa, profundizado tras admitir una prolongada relación extramatrimonial con el fallecido Chico Novarro . Los pasillos, usualmente colmados de murmullos y saludos cordiales, se tornaron en el epicentro de una tormenta emocional, cuyo eco resuena aún hoy en las redes.
La salida del teatro marcó el inicio de una secuencia tumultuosa. “Ayer viví una situación de acoso, de abuso emocional, porque no es no. No es no siempre, en cualquier aspecto, no solo en el físico. El alma también merece un respeto